miércoles, 27 de febrero de 2013

Pollo con zucchini al curry

Esta es una receta de la India, pero hecha por gente de "La Toscana", Italia. ¿Por que resalto este detalle? Por la simple razón de que los italianos, sobre todo de esta zona, tienen el arte de hacer de cualquier  plato, una obra maestra.
La meticulosidad y el refinamiento que utilizan para la elaboración de las comidas,  hacen que los platos sean simplemente una fiesta al paladar.


Para esta receta, Lili no paró hasta conseguir el Curry que ella deseaba. Yo tenía uno en casa de color claro y aroma suave que no la convenció. Lo olió y me preguntó si podíamos conseguir otro. Fuimos a una  casa de especias y finalmente logramos uno que era de su gusto. Para ello, primero lo olió, luego observó el color (algo anaranjado) y finalmente probó el sabor, con una pizca sobre la lengua.


Luego compramos el pollo, solo muslos. Le pregunté porque no pechugas, a lo cual me respondió que el sabor es distinto, ya que las pechugas son más secas.
Fuimos a las verduras y eligió los zucchinis uno por uno (zapallitos verdes largos)

Les cuento que el plato resultó una delicia y lo comparto con mis amigos del blog.

Ingredientes (4/5 porciones)
1,2 kg de muslos de pollo
½ taza de harina común
5 zucchinis
1 cebolla grande
1 diente de ajo
2 a 3 cucharitas de café de curry de buena calidad
Sal a gusto
Ají molido a gusto
Aceite de oliva
Agua caliente, cantidad necesaria

Preparación
Quitar la piel y grasa al pollo. Cortarlo en cubitos. Pasar los trocitos de pollo por harina. En un wok,  cacerola, o sartén calentar el aceite, poca cantidad y dorar los trocitos enharinados de pollo. Apenas dorar. Quitar con espumadera y colocarlos sobre papel absorbente. Reservar



Pelar la cebolla, cortarla en juliana. Picar el diente de ajo. Lavar y cortar los zucchinis también en juliana (estos últimos si se consiguen  pequeños o tamaño mediano,  mejor. Los que son muy grandes tienen muchas semillas y no convienen para este plato)


Luego, la cacerola ideal para preparar esta comida, sería una paellera de tamaño mediano. Yo no la tenía y buscando conseguí una vieja paellera que había sido de mi suegra, pero sin tapa. Según Lili, lo ideal es una no muy baja y con tapa. De todas formas nos arreglamos muy bien.
Calentar la cacerola/paellera al fuego y echar un chorrito de aceite de oliva, o cualquier otro, pero el de oliva da un sabor especial. Verter la cebolla, el ajo y los zucchinis. Rehogar echando cada tanto un chorrito del agua caliente. Se debe cocinar sin hervir. La verdura debe quedar con forma y semicocida. En ese punto se agrega la sal y el curry, pero no todo, una parte.


Se sigue revolviendo y luego se incorporan  los trozos de pollo dorados.


Se revuelve y se va agregando poquito de agua, el resto del curry y ají molido a gusto.


 Se formará como una salsa semi-espesa. A ello contribuye la harina con que rebozamos los  cubos de pollo.

Exquisito!!!
Ahora a esperar la próxima receta de los “Cocineros italianos”

lunes, 25 de febrero de 2013

Santa Rita Santa Rita…

Contribución de Marisa (lectora de este blog) Muchas Gracias!!


¿Cómo es que una simple cena puede transportarnos a lugares insólitos? Que sucede para que una comida, un lugar, una compañía nos abran las puertas que conectan entre sí a los sentidos y se transforme en una experiencia única? Un complejo misterio seguramente. Lo que puedo asegurar es que hay un lugar en el que todas estas sensaciones me fueron reveladas. No una, sino cada vez que voy a Santa Rita. Y Santa Rita no es sólo un restorán de frutos de Mar Argentino, como se describe en las guías. Es Billi, su dueño y mi amigo, secundado por las manos mágicas de Laurita que revolotean en la cocina, la alumna que superó al maestro y sus ayudantes, y es una combinación mágica  de factores imperceptibles que dan como resultado que uno se sienta envuelto por un halo agradable, como en los brazos de un ser querido.


Para describir mínimamente el fenómeno Santa Rita hay que comenzar por el principio, desde el cordón de la vereda
 Una esquina en Adrogué alejada del centro, enclavada entre los chalets ingleses del que supo ser barrio de Borges como le gusta mencionar a Billi. El verde, la tranquilidad, las ventanas abiertas y la brisa del verano que entra libremente y se adueña del interior, luego de ser marginada por las confiterías blindadas y refrigeradas del centro, invitándonos a nosotros también a entrar. Esa esquina, casi imperceptible, con sus ladrillos desnudos es el comienzo de Santa Rita.
 La sobriedad de su exterior será sólo un recuerdo cuando ingresemos. La calidez gana el primer impacto, como haber entrado a un lugar que estaba en nuestra memoria genética antes de nacer. Un cocoliche de objetos en desuso, herramientas, botellas, cajas, afiches, fotos y elementos del antiguo almacén se hallan a gusto sobre las estanterías de madera, sobre la  barra de estaño o reflejados por la luz tenue en el brillo de la pinotea encerada. Suenan discos de pasta desde la habitación contigua, tangos, Edith Piaf, lo que haya. Foto viviente de una época que se funde con naturalidad con el ir y  venir de platos y copas y el aroma a flores que llega desde el jardín. 6 mesas en el salón, una más la habitación de la fonola y dos afuera, en el jardín. Eso es todo. Pero no todo.


Atravesando ese jardín nos encontramos con el “alter Santa Rita”. Hacia el fondo está el quincho, para quién quiera intimidad. Ahí podrá recostarse en el amplio sillón a disfrutar de una cena VIP frente a las máquinas de cerveza y el horno de barro de uso exclusivo para las ocasiones en que hay cochinillo.
Volviendo al jardín está la parrilla con algún coloso del mar asándose en toda su extensión, y junto a la barra de madera se acoda literalmente “la barra”, porque si hay algo que caracteriza a Santa Rita, y especialmente a Billi es la pasión por cultivar el personajódromo, como lo llama un amigo integrante de dicha estirpe. Quien aquí suscribe también es considerada parte de estos “amigos de la casa”, artistas cuyos talentos no han sido todavía descubiertos por el mundo pero que en Santa Rita ya ganaron título honorífico. Así es que si uno llega hasta la parrilla podrá conocer seguramente a alguno de los tantos Maestros que gentilmente Santa Rita supo alimentar en cuerpo y alma.
Si uno ya es parte de esta Familia tendrá el honor de seguir atravesando umbrales, y podrá ingresar en la cocina, mi lugar favorito.  Aquí es donde se produce el hecho, la merma, el pulmón que hace respirar a la Bestia. Tengo el honor de tener el pase liberado a la cocina, de poder emplatar, servir, probar, lavar copas y decorar postres. Alguna vez me di el gusto de sugerir algún  aditivo que fue aceptado con éxito. Aunque todavía no pisé el último peldaño, hacer la tortilla de papas, tarea exclusiva de Billi, Laura y algunos pocos elegidos. Hay secretos involucrados en la tortilla que no todos pueden saber, pero no pierdo las esperanzas. Sí, definitivamente la cocina de Santa Rita es mi lugar predilecto, y cuando puedo, que no hay muchas corridas me instalo allí.
Al fondo están las dos habitaciones que dispone Billi para su propia vivienda y de sus hijos, que también hacen de oficina administrativa y de albergue para algún amigo que volcó en el transcurso de la noche.
Y un último y secreto lugar, de acceso restringidísimo. El sótano. Allí, entre botellas y telarañas descansa la figura de la Santa, que ni Billi se animó a remover cuando compró y restauró el viejo Almacén. Ahí está todavía, velando a todos desde el subsuelo.
Pasemos a la comida, otro de los elementos fundamentales, pero sólo otro más. Transcribo el menú de este jueves, que fui a festejar con mi compañero el Día de los Enamorados.


Billi nos ofreció la única carta, que es la de bebidas. Por supuesto que no tuvimos necesidad de mirarla. -Traenos tu cerveza, la que quieras. Nos trajo una Golden Ale con la que ya nos podíamos haber alimentado y una panera con las artesanías de Laurita: grisines enroscados, bollitos y pancitos arrollados con queso.
Llegó la entrada, unas tapas de salmón rosado sobre una pastita verde de ajo con alguna hierba, un pincho de tentáculo de pulpo sobre una papa al pimentón dulce, mini empanada gallega y filetitos de pejerrey marinado. No me acuerdo si algo más también.
Interín para escuchar al Maestro al piano (previa presentación personal de su nuevo descubrimiento, un director de orquesta,  compositor y arreglador de sólo veintipico de años) y luego el primer plato. Brochettes de calamar y langostino acompañadas por paella, repleta de bichitos con y sin conchas.
 Una vueltita por el jardín, un poco más de cerveza heladísima, otra entrada del Maestro, y el 2º plato. La pesca del día (a nosotros nos tocó un trozo de salmón blanco de 1kg aprox.) con ensalada de rúcula y semillas de girasol tostadas.
Para cerrar el menú, desgustación de postres. Un plato grande y dos cucharitas para probar la mousse y la ganache de chocolate, el parfait de banana, salsa de frutos rojos, lemon pie, cheese cake de chocolate, peras al Malbec y un apple crumble tibio.
Buena comida, buena bebida, lugar encantador, música en vivo, cuando no baile y/o exposición plástica. Pero la cena para el recuerdo no estaría completa sin el ingrediente fundamental de este lugar, su anfitrión. El Billi yendo y viniendo con su babucha colorida y poniendo sobre las mesas lo que cree que está faltando, un cambio de bebida, una anécdota, una palmada en la espalda o una servilleta. Se escuchan fragmentos de la anécdotas inacabables del lugar, algunas ya conocidas, con Mastroianni como protagonista cuando filmaron allí “De eso no se habla”, y siempre alguna novedosa, porque pasa mucha gente y pasan muchas cosas en Santa Rita.
Uno va a Santa Rita a entregarse, a comer lo que le dan, a escuchar lo que le cuentan o lo que tocan, a ver lo que hay, a disfrutar y a creer en la magia. Eso sí, no pidas un salero. Billi lo va a traer, dejará la sal sobre la mesa, y posiblemente te invada la sensación de que no entendiste nada de nada.
Gracias Santa Rita por otra velada inolvidable.
Marisa

jueves, 21 de febrero de 2013

SCHIACCIATA



En estos días voy a poder poner varias recetas de “La Toscana. Italia”. Gracias a que están de visita en Bs. As. unos primos oriundos de allí. Como si fuera poco, les encanta cocinar y yo me aprovecho…pero es por el blog… ¿ehh?

SCHIACCIATA
Ingredientes
2 1/2 vasos de agua tibia
15 grs. de levadura fresca
800 grs. de harina común
1 cucharada de aceite (preferentemente, aunque no necesario, de oliva)
Sal gruesa, romero y más aceite de oliva

Preparación
Solo voy a colocar las fotos del paso a paso ya que es hacer la masa de una pizza.







Está muy buena para comer sola, rellenar con jamón, queso y lo que se te ocurra.


Ellos prepararon también unos morrones rojos al horno, los pelaron y le hicieron una salsa con la procesadora de ajo, mucho perejil y aceite de oliva.


Ummm… no se imaginan lo que era eso.

martes, 19 de febrero de 2013

El uitsmeijter

 Contribución desde Madrid, España. ¡Muchas gracias!

Esto es un plato típico de Holanda y admite variantes y fantasías.
En Holanda se desayuna fuerte, se almuerza ligero y se cena casi bien, comida caliente.

El uitsmeijter se suele poner para desayunar o para el almuerzo......pero creo que en verano puede ser una cena ligera para vosotros.
Yo tuesto dos rodajas de pan de molde grandes y a una,  le hago un agujero con una copa... el trocito de pan redondo,  se usa para mojar en el huevo.
Pan Tostado debajo
Jamón York encima (yo no lo caliento), algunos le ponen queso (yo no)
al jamón y se pone el huevo frito sin romperlo,  con la yema centrada en el pan. Encima la rodaja con el agujero, de modo que quede la yema a la vista.
Se aconseja comer con cuchillo y tenedor....de lo contrario el desastre está garantizado en forma de manchas y dedos pringados.
¡Buen provecho!... Pero no aconsejo comer más de un huevo por la noche.... y luego un tecito Cachamay  o similar.

Saludos
Franz  (Desde Madrid)

jueves, 14 de febrero de 2013

Tomates deshidratados Express.


Ingredientes
100grs. de tomates deshidratados
4 dientes de ajo
1 cucharita de las de café, de pimentón.
Sal, aceite, laurel, orégano, ají molido (todo a gusto)
Preparación

En una cacerola con agua hirviendo, volcar los tomates secos. Dejar hervir solo 1 minuto. Apagar el fuego y dejar en reposo otro minuto.

Escurrir los tomates en un colador. Luego colocarlos encima de un papel de cocina absorbente.

Colocar otro papel por encima de los tomates y presionar para que queden bien secos. No deben tener humedad si se desea que duren más tiempo.

Una vez concluida esta operación, picar bien los ajos y mezclarlos en un bol con el resto de los condimentos. Salar y agregar el aceite. El aceite puede ser de cualquier tipo, por supuesto el de oliva es más sabroso. Pero como lleva muchos condimentos,  dicho aceite queda muy mejorado.

Acomodar todo en un frasco esterilizado y cubrir la superficie con más aceite. Guardar unos días, si puede y consumir.
Ideales para acompañar cualquier tipo de carne, para agregar a la cubierta de las pizzas, para sándwiches, o simplemente para picar.

Nota: Cuándo haya consumido todos los tomates, el aceite que queda, sirve para condimentar ensaladas o papas hervidas, arroz,  etc.

viernes, 8 de febrero de 2013

Tarta de frutas frescas

Cumplir años en verano trae sus problemas:
- La mayoría de tus conocidos están de vacaciones.
- El calor durante el mes de febrero en Buenos Aires, puede ser agobiante.
- Te entra una pereza que no deseas hacer nada.
- Y si además, sos una persona que como a mi, no le gustan las cosas muy dulces, es aún más complicado.
Mi hija,   a pesar de todo, quiso hacerme una torta para mi cumpleaños. Me preguntó como la quería. ¡¡Pobre!! Le dije: Fresca, no muy dulce, sin cremas del tipo chantilly o de  chocolate, sin dulce de leche, sin gelatina, sin mermelada y con frutas naturales. Difícil ¿No?


Pues se las ingenió muy bien. Hizo una tarta de masa crocante con almendras molidas.
La cubrió con una crema pastelera, no muy endulzada y por arriba le colocó:
Frutillas, arándanos, kiwis, duraznos y almendras. La frutas frescas, cortadas y sin ningún agregado. La sirvió bien fría.


Me encantó. Ideal para verano , para “No Dulceros” y muy dietética.

El mate

lunes, 4 de febrero de 2013

Cuando cocinar es placer.

Hoy por primera vez en este blog, hago un reportaje (de caradura que soy, ya que lejos estoy de ser periodista)
El texto total lo voy a dividir en dos entradas:
- Charla con Pablo
- Corderito a la parrilla. Receta y tips para su preparación (debajo de esta entrada)

Charla con Pablo

Margarita y Pablo conforman  un matrimonio que formaron una hermosa familia  con cuatro hijas. Viven a unas cuadras de mi casa, en el mismo barrio.

 Pablo aprendió a cocinar por gusto  y amor a su familia. Desde muy joven le gustaba ser asador. La parrilla de su casa siempre estaba dispuesta,  ya sea con leños o con carbón, para  suculentos  asados.
Actualmente  Pablo es un experto “cocinero amateur”, pero no solamente de parrilla, también de cacerolas y horno. Hace pizzas de todo tipo, locros, carnes horneadas, etc.
Siempre deseé hacerle estas preguntas y hoy se dio el día.
Gely -  Pablo ¿Me intriga saber que lo lleva a un hombre como vos a apasionarse tanto por la cocina,  sin ser un profesional culinario.
Pablo -  Creo que las cosas comenzaron con los asados, me gustaba  comerlos y como en la familia no había nadie que hiciera asados, los hacía yo. Pero después me fui extendiendo de a poco al resto de la cocina. Empecé a cocinar con el horno y luego pasé a otros platos que no fueran solamente de parrilla.
G - ¿Teniendo en cuenta las horas que  insume tu trabajo del cual vive toda tu familia, como te manejas con los tiempos?
P - El tiempo se hace,  me gusta y además alguien en casa tiene que cocinar y si Margarita está con otra tarea o trabajando, lo hago yo.
G - Es un hobby de  costo elevado. ¿No? Por más que  los invitados traigan vinos y/o algún postre.
P -En cuanto a los costos, se van manejando. Si no se puede cocinamos solamente para nosotros y cuando se puede invitamos a amigos y familiares.
G - Vos como cocinero que no te gustan  algunos alimentos, como por ej. las verduras, igualmente las cocinas?
P - Muy buena pregunta. Lo que me sucede es que no las pruebo,  entonces no se si las estoy cocinando bien o mal. Hay algunas verduras que para cocinarlas,   tienen  técnicas  bastante sencillas y si luego me dicen que quedaron bien, entonces  las sigo cocinando de la misma forma. No tengo problema, pero eso me limita un poco. Entonces no tengo muchos platos con verduras y ahí me reemplaza Margarita. Ella siempre hace las tartas y  comidas que van con verduras.
G - ¿Pero ningún tipo de verdura te gusta?
P - No me gustan las verduras de hoja y la cebolla. Hay algunas que si, por ej. alcauciles, espárragos, pepinos y tomates.
G - ¿Qué sentís mientras estás preparando una comida?
P - Es un hobby,  similar a si te gusta  pescar  o hacer  algo de tu gusto. Pensas en como lo estás haciendo, como lo vas a disfrutar,  si le va a gustar a tu familia y  se pasa el tiempo en algo que realmente te complace.


G - ¿Cuándo emprendes la realización de  una comida, te guías por  libros de cocina o vas creando tus propias recetas?
P - Algunas veces invento, otras veo algo que me gusta en un programa de cocina o también busco en Internet. Pero nunca sigo una receta al pie de la letra, siempre agrego mis cambios que pueden ser en los ingredientes, en el proceso de elaboración o en las técnicas de cocción para darle un toque a mi gusto.
Creo que me ayudan mucho dos cosas: tengo habilidad para las tareas manuales y facilidad para comprender todo lo que tenga una técnica y la cocina tiene mucho de técnicas, hay que entender como manipular los ingredientes y los procesos para obtener combinaciones complejas con balances de sabores  y texturas.
G - ¿Sos de usar condimentos? ¿Cuáles son tus preferidos?
P - Si, trato de usarlos en la medida justa para dar un toque,  pero que no altere la percepción de los componentes principales. En general me gustan todos los que tenemos o llegan a Bs As, no se me dan mucho los orientales,  como el jengibre por ejemplo.
G - ¿Sos de utilizar hierbas frescas que están tan de moda?,ej. ¿Salvia, menta, cilantro,  etc?
P - Cuando Margarita planta en casa las usamos, sino van secas nomas.
G - Que importancia le das al tema de la presentación de la comida?
P - Hacer arte en un plato, no es lo mío.  Quiero  que el contenido se vea muy apetecible por sí mismo.
P - Pasando a la parrilla. ¿Qué ventajas tiene la cocción lenta en este medio?
P - Voy a ir un poco mas allá con la pregunta para contar mi teoría de la cocción a las brasas. Primero hay que entender que es esta cocción.
 Implica 3 tipos de cocción al mismo tiempo:
1-     Por el contacto con los fierros calientes de la parrilla con el producto (como una plancha)
2-    Por la radiación infrarroja de las brasas (como un grill)
3-    Por el aire caliente que recibe el producto (como un horno a convección.
Cada uno de estos factores de cocción produce un efecto distinto sobre el producto y se suma al sabor que da el ahumado de las brasas. Conociendo esto,  uno puede variarlos. Por ejemplo:
Desde la cocción a la chapa o disco donde (1) es el único,  hasta el asador o cruz donde (3) es casi exclusiva. O todos juntos, en la clásica parrilla de fierros
La temperatura y el tiempo son las otras variables importantes de los que dependen el resultado de la cocción.
Entonces , la “cocción lenta” es mejor donde (3) es predominante pero sobretodo con productos grasos, esto hace que la grasa se caliente y derrita entre las fibras,  cocinando lentamente la carne y desgrasándola sin quemarse en el proceso. Es como un guiso de cocción lenta pero con su propia grasa. El resultado es una carne muy tierna. No quedan bien piezas chicas o magras. Lo mejor por ejemplo,  es asado de tira ancha, manta de vacío, cordero o cerdo enteros.

G - Cuando haces un lechoncito a la parrilla. ¿Cuántas horas te insume?
P - Depende un poco del tamaño, entre 4 y 6 horas digamos...
G - ¿No te invade la ansiedad y deseas terminarlo de una buena vez?
P - No, porque disfruto el proceso!
G - ¿Que recompensa esperás de tus comensales? ¿Te enoja que no reconozcan tu esfuerzo o que nadie diga :”Qué rico te salió”?
P - Recompensa, ninguna y reconocimiento tampoco porque yo sé cómo me salió… ja ja. ¡Ver que les gusta y lo disfrutan me sobra!
G - ¿Cuánto de importante es la calidad de la carne para una buena parrillada? ¿Tenes lugares especiales para comprar los productos que vas a utilizar?
P – Eso en la parrilla es extremadamente importante. No se pueden hacer milagros con productos duros, viejos o de animales inadecuados,  como en la cacerola, por ejemplo.
En cuanto a lugares,  voy probando en distintos comercios o proveedores y el precio es un factor más que importante. Con el tiempo descubrí algunas señales para detectar productos malos,  así que en general no le erro y aprovecho bien las ofertas.
G - ¿Qué es más difícil hacer a la parrilla, un lechoncito o un cordero?
P - Para mi es lo mismo, pero últimamente me gusta más el chancho.
G - ¿Tenes en cuenta a quien invitas para saber que vas a cocinar?
P - Tengo en cuenta los invitados pero solo para no repetir muy seguido el menú, o bien  repetirlo,  si sé que algo les gusta mucho. Salvo ese detalle,  cocino los que nos gusta a nosotros y no esté muy caro.

G- Gracias por responder a tantas preguntas. A continuación Pablo nos da la receta de Un corderito a la Parrilla



Corderito a la parrilla

Cocinar un cordero  a la parrilla por la cocción a través del contacto, no lo beneficia tanto como al asador. Pero si no se tiene el lugar necesario,  igualmente se puede hacer  en una parrilla clásica, cocinándolo en posición horizontal y queda muy bien. Aquí van los tips principales para este caso:
Retirar las planchas de la parrilla si es desarmable y acostar el animal sobre el marco. Si se cae alguna pata o se arquea mucho, agregar unas pocas varillas cruzadas para sostenerlo. (ver fotos)
Si la parrilla no se desarma, subirla al máximo o desengancharla.  Conseguite unos ladrillos y unas varillas de construcción u otras,  para armarte debajo de la parrilla levantada,  2 columnas y 2 ó 3 fierritos de estos cruzados entre ellas,  que permita acostar el animal a una altura aproximada de medio metro sobre las brasas.

Que sea un animal de un peso limpio,  inferior a los 12 kilos. Ideal 10 kilos. Cuanto más chico,  más rico y menos graso. Fresco mejor, si se puede evitá los animales congelados.
Se recomiendan mucho los corderos patagónicos,  pero para mí todos salen bien si son criados libres, chicos y frescos.
El cordero tiene una glándula dentro de cada muslo (catinga) que tiene un sabor desagradable, hay que retirarlas. Si no se sabe cómo, pedir que lo haga el carnicero al encargarlo. Lavarlo con agua fría.
Se debe separar los costillares siguiendo la línea de la columna, recomiendo un serrucho para esta tarea. Debe quedar plano al acostarlo de ambos lados.
Remojar el cordero con salmuera de ambos lados, aquí se puede agregar alguna especia a la salmuera como el romero,  que queda bien. Pero a mí me gusta solo con sal.
Colocarlo a cocinar primero del lado de las costillas. La temperatura  debe ser media. Se puede calcular poniendo la mano a la altura del animal y que se pueda soportar el calor hasta contar 6 ó 7 segundos.
Esto se debe mantener así hasta que comience a gotear grasa lentamente. En esos momentos,  sacar brasa de las costillas y dejarla solo debajo de los muslos y paletas por que las costillas son mucho más delgadas y se van a quemar si dejas el mismo fuego que en los cuartos.
Mantener el calor suficiente para que produzca ese goteo de grasa permanentemente esto lleva entre 3 y 4 horas dependiendo del tamaño del animal y el calor que se aplique.
Darlo vuelta (ojo que quema y con cuidado,  que se puede desarmar)  y aplicar nuevamente salmuera de ambos lados. Uso salmuera por que penetra mejor y el exceso forma cascarita y se sale, es raro que quede muy o poco salado usando salmuera.
Ahora el calor debe ir en mayor medida  a los muslos y a la columna vertebral donde están los lomos que son más gruesos que las costillas. Acomodar las brasas en ese sentido. Debería llevar alrededor de 1 o 2 hs más de cocción y está listo. Te das cuenta por que los huesos de las extremidades se desarman al tocarlos.

 Agradezco muchísimo la  colaboración de Pablo y su familia a este blog. Muchas gracias!!